Solo estábamos tú y yo, nadie nos escuchaba, reíamos, gritábamos y éramos estúpidos como solíamos ser, podíamos ser estúpidos por horas y no cansarnos. Todo a nuestro alrededor olía bien y se sentía bien, no nos quejábamos de nada. Logramos simplificar el día y la belleza llegó.
La azulina luz de la luna nos alcanzó y un fantasmagórico viento tocó nuestras fibras, pero no sentimos frío, no sentimos miedo; habíamos llegado a dónde queríamos, sabíamos que era fugaz retener todo ese sentimiento, pero lo logramos.
Se fue, como todo.
Aun recuerdo ese día y ese preciso momento y es ahora que entiendo el significado de la palabra nostalgia, recuerdo ese momento poético.
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