lunes, 8 de noviembre de 2010

Sin título.

Bailabas a las 4 de la mañana como si nada, estabas bastante ebria y ya lucías un poco torpe.

Los muros azules de fondo, los lentes enormes y las ropas holgadas, las caras de tontos por todos lados. La cerveza llovía, la gente gritaba y te tomé de la mano, cambió tu cara y te mojaste los labios, estabas temblando. Fuí por más cerveza y te quedaste ahí, detenida en el espacio, mirándome a lo lejos, la música de fondo nos guiaba. Me alcanzaste en las cervezas, me tomaste de la mano y me sacaste de la fiesta. No podías bailar más, pero no querías dormir. Caminamos hasta el parque, debajo de un árbol, te sentaste y vomitaste, te estabas quedando dormida, te cubrí con mi chaqueta, no dejabas de temblar.

Regresamos a la fiesta y no había más cerveza. Tus amigas se emputaron. Te treparon a un carro y te llevaste mis llaves, no tengo tu número y no tengo duplicado, me lleva la...

Busco por todos lados, en los pantalones, en la camisa, en la bolsa de mi chaqueta...

Esa noche no pude entrar a mi casa, pasé frío y hambre, no me embriagué tanto en la fiesta, lamentablemente no pude besarte, y tuve que recetarme el choro de tus amigas perras.

Pero no importa. Afortunadamente, en la bolsa de mi chaqueta, encontré tu cartera.

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