domingo, 7 de noviembre de 2010

Saturday come slow.

No pasa nada, lo sabes muy bien, sigues ahí de pie, mirando como te detesto, fumándote los cigarros que te robaste en la fiesta de ayer.

No entiendo por qué lo sigues haciendo. ¿Por qué festejas tus triunfos así?

Te ríes. Tienes quemaduras en los brazos y no recuerdas nada...

Me largué, sí, me fui con ella, no lo planeé, nos subimos a un taxi con un six robado del refri. Si, a huevo. Hubieras visto la cara de pendejo que puso aquel con el que estabas cuando me salí con sus cervezas...no tuvo los huevos para decirme algo.

Ahora tú me detestas, no sé si porque me fui con ella, o porque te quedaste sin bebidas. Me importa una mierda.

Quédate callada, yo haré lo mismo. Y sí, seguiré pensando en el día de ayer y en los alucinantes labios frios de Rossie, pero sobre todo, pensaré en el delicioso sabor de esas amargas cervezas.

Te robo uno de tus cigarrillos, lo enciendo y me largo a otro lado a festejar mi triunfo.


lunes, 19 de abril de 2010

All is full of love.






¿Por qué siento nostalgia al ver estás imágenes?

Nunca he estado en Islandia. Nunca he visto un volcán hacer erupción. Quizá lo más cercano fue cuando el Popo llenó al DF con sus cenizas hace como 13 años. No recuerdo bien.



Simplemente hermoso.






miércoles, 7 de abril de 2010

Hace un año.

Pollo asustado.


Hace un año eramos unos desconocidos.




No sabía qué te gustaba. Ni que comías, ni lo que hacías.


Cumplías 23 años, eras un pollo más joven de lo que hoy eres.




Hoy las cosas son distintas "Soy chiquita".




Hoy sé que haces sonidos de Darth Vader cuando duermes. Sé con que shampoo te bañas. Sé de que lado te acuestas. Conozco la manera en que acaricias a Pulga. Sé que duerme a tus pies. Sé que eres berrinchuda. Sé que brincas de rodillas en la cama. Sé que no comes carnitas y que te gusta la cochinita. Los esquites son tu fuerte. Sé en que parte del cuerpo tienes más cosquillas. Sé que te da miedo y que ta da alegría, lo que te gusta de mis besos. Sé que tienes una vocecita y que en las noches hablas mientras duermes. Hoy sé muchas cosas, quizá mañana sepa más.




Eres un pollito 24 añero.
Hace un año solo sabía que me encantabas, pero hoy sé que eso se ha ido acrecentando.




Felices 24.

lunes, 22 de febrero de 2010

Mañana tiraré todo.


Mañana correré, y no sabrás nada.

¿Dónde ha quedado todo?

Ya no puedo abarcarte con mis ideas.

He dejado de creer en las religiones, en la patria, en la libertad, en todas las cosas que no me has enseñado. En la mayoría de la existencia que no ha sido abarcada por tus profetizantes labios.

¿Qué importa?

Estoy listo, me arrojaré sin mirar. Tan inmensa es mi disposición por llegar hacia ti que llegaría sin mapa alguno. Tus intensas vibraciones me guían en un camino desconocido que no sabe de principios y finales. Solo creo en las infinitas emociones de los locos, de los perdidos en el seno de una inocente ambición, la ambición de ser feliz.

Me enredaré en los posibles sucesos que llevan a un determinado acto, si te encuentro en cada uno de esos caminos por medio de mi conciencia, te aseguro, seré muy feliz.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Táctica y estrategia.

Estaba pensando en mi cuate, pensando en la guerra, en lo que se pierde, pero sobre todo en lo que se gana. ¿Hasta qué punto puedes dejar que te pisen? ¿Hasta que punto sabes cuándo hay que dejarlo todo?. El camino es largo, siempre y cuando, solo tú sepas trazar los límites. No es fácil, nadie dijo que lo era.

Táctica y estrategia.

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.


M. Benedetti.

lunes, 9 de noviembre de 2009

El fumador que nunca fuma.

La mano sobre la mesa, cogiendo la cajetilla de cigarros Raleigh para sacar uno y llevármelo a la boca. Que irónico. ¡Repugnante! Leyes Fascistas. Todos estos pobres tipos no pueden fumar, se mueren de ganas por hacerlo. Yo solo los miro con el cigarro en la boca, sin encenderlo. Todos tienen que salir a la calle para aspirar humo de mierda de un tabaco corporativo asqueroso. Las leyes fascistas me protegen y eso me da gusto. El aire está libre de humo de cigarro, pero atascado de tóxicos y dañinos gases, que bien.

Yo no sé por qué me mira de esa forma ese lisiado sexual. No tengo la culpa de que su acompañante sea tan bella y el sea un verdadero imbécil. Me importa una polla. Es un marica ponchado lleno de esteroides. Me vale que ella ya se haya dado cuenta que la miro, de hecho, ella también lo hace. El tipo no deja de mirar sus brazos de gimnasio aumentados con hormonas. ¡Está acabado! No veo que ella sonría, se ve que está aburrida. Se ve que él es un idiota. Me distraigo. Me volteo hacia Henry Miller. Me cago de la risa al saber de sus vulgaridades.

-Voy a alisarte todos los pliegues del coño, Tania-.

Puede ser tan divertido. Olvídate de las cursilerías por hoy. De la comida grasienta y deliciosa. De la cerveza fria. De las chicas angelicales. Eso hoy no vale. El día de hoy, cualquier cosa vale más que eso. Sentirte invulnerable ante todas esas cosas. Pienso en las canciones que he hecho, en los horribles dibujos irrepetibles, en las sonrisas de mis amigos, en los miedos que nos rodean, en todos los llantos de las guitarras que se oyen en el aire, resonando por un día auténtico en el que no dependamos de lo habitual.

Estoy solo. Quiero salir, tomar el teléfono. Reírme un poco con alguien de la cara que probablemente puso la desventurada Tania cuando el sucio de Miller la penetró y le quitó las arrugas del coño. Debería haber un tratamiento así para quitarle las arrugas a las ñoras. Seguro eso es lo que les hace falta. En lugar de gastar miles de pesos en inútiles cremas que no te quitan nada. Lo mejor, es acercarse a un hombre de verdad y dejarse acariciar por sus grandes manos.

El tipo de enfrente no es un hombre de verdad. Marica. Inseguro. Lo único que hice, fue mirar a su chica unos instantes, ahora no deja de mirarme feo a mi y a ella. Él no deja de hablarle, la quiere ahorcar con la mirada, la reprime con sus palabras. Ella tiene la culpa. ¿Por qué eligió andar con semejante imbécil? Está acabada. Dime con quién andas y te diré quién eres. Ella puede decidir votarlo a la goma, y no lo hace, seguro no lo hará.

¡Bah! Miller es mucho más interesante que cualquier forro de mujer en este momento. Me habla de sus aventuras en Paris, del hambre, de sus amigos de la India con sus costumbres poco conocidas en el mundo de occidente. Un relato en particular me pareció divertidísimo. Estando en París, llevó a un amigo suyo a una casa de “Señoritas de la vida galante” ¡Un lupanar pues! Estando en el lugar aquel, cada quien eligió a una chica, se dirigieron a sus respectivas habitaciones, las cuales eran contiguas. Ja. Después de divertirse con las chicas, alguien llamaba a la puerta de la habitación de Miller. Era su amigo Hindú. Preguntaba por el retrete. Miller no creyó que fuera algo grave, así que lo instó a que orinará en el bidet. Al poco tiempo, se oyó el grito de una de las chicas y la risa de su amigo. Las ofensas de ella: ¡Cerdo asqueroso! No dejaban de escucharse en la casa. La dueña subió, entró en la habitación y comenzó a gritar también. Miller preocupado salió a ver que ocurría en la habitación de a lado. Entró al baño y…¡Por dios! Miró el bidet lleno de chorizos flotantes en el agua.

Severa shite. Pobre güey.

El mundo de occidente puede llegar a ser atemorizante y extraño para un ajeno. El mundo de occidente y sus libertades, el paraíso de las decisiones. Aquí puedes decidir todo lo que quieres. Si. Decidir estar con un imbécil que te maltrata, decidir votar por un presidente inepto que solo ve por los intereses de la clase de poder, decidir creer en los asquerosos medios de información, decidir no decidir y mandar a todos a la shit. El maravilloso mundo de occidente con sus civilizadas leyes antitabaco. Pobres jodidos de Gaza, seguro ellos no tienen leyes tan civilizadas como las nuestras, seguro ellos no pueden decidir nada, todo se les es impuesto por medio de su TV satelital, llena de agresivos canales que solo fomentan la competitividad y aniquilan el intelecto. ¡Basura! Que acaben con ellos.

Decido largarme de este lugar. Es hora de dejar a Miller y a la pareja infeliz de la mesa de enfrente. Dejo la cajetilla de cigarros en la mesa. Que los tome alguien que los necesite de verdad.

lunes, 2 de noviembre de 2009

¡Vampira, Impúdica, Teibolera!

Entré al “Under” alrededor de las 12:30 am. Esperé a Lucio y al Ruso casi una hora. Un desfile de vampiros y punketos vi pasar frente a mi, mientras estaba ansioso por llevarme unas gomas de mascar a la boca, ¡Maldita ansiedad! Una busqueda inútil para saciar mis ansias de goma de mascar, no me quiero acercar a nadie, y no hay una sola tienda en los alrededores. ¡Me cago y me recago! ¿Cómo fue que olvide mis chicles en casa? Assshhh. Seguramente fueron las prisas. Para qué me llaman y me dicen que me apure ese par de monigotes, si van a llegar tarde a la cita.
Me hubiera dado tiempo de asearme, de rasurarme, de aplicarme mi crema exfoliante en el rostro, de depilarme la entreceja, de peinarme adecuadamente. Así, con este aspecto ¿Quién me va a mirar? Si, soy vanidoso, ¿Quién diablos no lo es? Está bien. No creo tener ganas de conocer a una vil y deprimida vampira, no se si quiero recetarme el discurso anárquico de una inadaptada punketa. ¡Argghhh!
Debería estar en mi casa tratando de olvidarla. Desde que ella se fue, una luz en mi interior se ha consumado, hasta las ganas de comer se han esfumado. 4 años de mi vida se largaron detrás de ella, justo cuando cerró la puerta después de que me gritó: -¡Eres lo peor que me ha pasado en la vida!-. Yo nunca podría decirle eso. ¡Jamás! A mi lo peor que me ha pasado en la vida, me ocurrió en la pubertad, cuando el rostro se me cubrió todo de granos, y mis más fieles seguidoras de secundaria me dieron la espalda, ¡Pérfidas!
Como sea, no la he podido olvidar. Yo pensé que se le pasaría pronto el enojo. Ya ha pasado un mes y no ha vuelto a casa.
Por fin, después de mucho, llegaron el Ruso y Lucio. Infames. Eran las 12:30 am y apenas ibamos a entrar. Supuestamente ese lugar estaba muy “nice”. Yo solo quería ver si eso era verdad, después de toda la bola de gente fea que vi pasar, lo dudé a madres. Pero bueno. Me saludaron, se disculparon, ya saben, miles de pretextos. Nos acercamos a la puerta y un par de pulgas punk, nos cobraron y nos dieron nuestros boletos, ¡Qué mamada! Nos empezaron a manosear los salvajes estos, ¿Qué pretendían? Encontrarme una pistola, una sierra eléctrica, una “Satori Hanzo”. ¡Pendejos! Me agarraron las nalgas y me toquetearon las ingles y no me encontraron nada. Pues no, solo vengo disque a divertirme, no vengo a hacer rituales satánicos como los que, seguramente, están acostumbrados a hacer estos vampiros.
Un pequeño pasillo escalonado nos llevó a la parte interior del edificio, una casona vieja bañada en una luz roja, comencé a mirar el lugar, y solo observé a puros vampiros como de aspecto nórdico, unos punketos de la periferia de la ciudad, y los únicos raros ahí, éramos nosotros. Al principio, comencé a sentirme incómodo, pero Lucio llegó con un par de cervezas y me ofreció una. ¡Que alivio! Comencé a sentirme un poco más relajado, y me percaté de que en realidad nadie nos miraba raro, los presentes no habían caído en la cuenta de que estábamos en el lugar. La música era muy buena, comenzaron a sonar “The smiths” y “The Clash”, un poco de “Siouxsie and the Banshees” y “Joy division”. Inevitablemente, empecé a recordarla. Cuando estábamos en casa, ella solía escuchar esa música, y yo siempre la fastidiaba. Creía odiar esa música, pero hoy me doy cuenta de que en realidad me encantaba, aunque talvez, se debía a que en realidad la extrañaba demasiado.
Mi mente vagaba por ese lugar y mi mirada se perdía en un poster de “Klaus Nomi” que se encontraba en las escaleras, para después posarse sobre una vampira preciosa que me recordaba a la cantante de Ladytron. Traía puestas unas botas negras de cuero que le llegaban hasta las rodillas, una falda cortísima que apenas le cubría las nalgas y una pequeña blusa de licra roída que mostraba un top negro debajo. ¡Pero qué vampira tan sensual! Era una escultura. Tenía unas hermosas facciones, remarcadas por maquillaje obscuro y cabello teñido de negro que contrastaba con la palidez de su piel. No dejaba de escurrirme la saliva al mirar a esa mujer andando por ahí. “The killing moon” y ella se subió a la barra a bailar, justo encima de mi carota, entre el poster de Klaus Nomi y yo. Mientras Klaus Nomi le miraba la espalda y las nalgas, yo no dejaba de mirarle el rostro y los delicados movimientos que su cuerpo orquestaba. Yo bebía de mi cerveza y cantaba aquella entrañable canción de Echo & the bunnymen. No dejaba de deleitar mi sentido de la vista, me volvía loco esa mujer que llevaba rapado el lado derecho de la cabeza y que movía la cintura mucho mejor que la estúpida – farsante de Shakira. Ella sabía perfectamente que la miraba, y probablemente sabía que estaba a punto de estallar de la inmensa excitación que sentía en ese momento. Repentinamente, su rostro se puso al nivel del mío, parecía que en cualquier momento, sus labios rozarían con los míos, pero solo me miró fijamente y me acarició el rostro con su fría mano.
¡Vampira! ¡Impúdica! ¡Teibolera! ¿Cómo podía controlarme de esa manera? ¿Qué poder tenía sobre mi? Era una mierda total lo que me estaba pasando. Me hechizaba con sus ojos y mi boca estaba hirviendo. Así que mandé todo al carajo y la besé. Así, sin más, la tomé por el cuello y acerque su rostro hacia el mio. Pensé que me iba a abofetear, pero no fue así. Me comenzó a besar delicadamente, para después mordisquearme los labios de una manera brutal que encendía más y más el fuego en mi interior. ¡Pero qué besos! ¡Qué forma tan bella de besar! Me siguió besando y se sentó en la barra, y sus piernas en seguida envolvieron mi cuerpo. Me apartó. Me miro profundamente, se bajo de la barra, tomó mi mano y me subió por las escaleras.
La seguía hipnotizado y de pronto, entre las penumbras de una habitación, se nos apareció un sofa. Ella me arrojó, para después lanzarse como una depredadora sobre mi. Me besó y acarició su sexo contra mi cuerpo por largo rato. Mis manos recorrieron cada rincón de su tersa piel. Era como estar en el cielo. Sus manos tocaban mi sucio rostro, el cual, seguramente la raspaba como lija por no haberme rasurado antes de llegar ahí. Pero al parecer, a ella, eso no le desagradaba en lo más mínimo. Posaba sus manos sobre mis mejillas y me mordía con gran fuerza el labio inferior. En un estallido de ira y ternura, la sangre brotaba y fluía por nuestras bocas. Esa pequeña punzada de dolor, me produjo una demoledora excitación cercana al climax.
Sin más, ella se levantó. La miré sentado en el sillón, ella de pie, contra la luz, era una silueta siniestra, no pude mirar sus ojos, solo vi una sombra. Se alejó entre las tinieblas, entre las luces rojas, bebió un poco de mi sangre, me agitó el corazón, me hizo olvidar por un instante lo triste de mi existir, pero aun así, se largo. Cuando bajé las escaleras, no la encontré por ningún lugar, solo vi a Klaus Nomi y a un dj con pinta de Robert Smith, repasé el rostro de un montón de punketos y vampiros, pero a ella, no la encontré. Después busqué al Ruso y Lucio, pero también se habían largado. Yo ya no traía dinero, pero poco me importó. Solo quería encontrar a aquella vampira, que en esa misma noche, se había bebido la sangre caliente de un frío corazón.
Resignado, salí muy triste de aquella casona, caminé solitario por Monterrey, llegué a circuito interior y apenas me percaté que por primera vez en el último mes, había logrado sacarme de la cabeza a la mujer con la que me había relacionado los últimos 4 años y que hacía poco, me había abandonado.
No sé cómo explicarlo, pero aquella vampira, me había cautivado, y ni siquiera supe su nombre.
Eso fue hace una semana, pero esta misma noche, Klaus Nomi y yo, estamos esperando a que esa hermosa vampira cruce de nuevo por este pasillo, y que vuelva a cautivarnos sobre esta misma barra, iluminada por las luces rojas del “under”.



lunes, 26 de octubre de 2009

Alicia abandonó a Luis.


Fue una mañana cualquiera de un día ordinario. Para Alicia las flores comenzaron a oler y los colores parecían más vivos. El aire que respiraba se sentía diferente, poluto, un aire que sus sentidos nunca habían experimentado. Esta sensación se presentó una y otra vez en los días consecutivos, todos sus sentidos renacieron y el mundo como Alicia lo conocía, quedo envuelto en el material más inflamable antes visto, y así, ardió con las cegadoras llamas del sol, y las cenizas fueron tomadas por el viento para perderse en la inmensidad del nuevo mundo que le esperaba a esa mujer. Ese día, Alicia nació.

Luis representaba todos los días ordinarios y opacos. Un solitario nato al cual nunca le agradó la gente. Raro, poco agraciado físicamente, un misántropo brillante, pocas veces comprendido y muchas veces ignorado por la inmensa mayoría a la cual le costaba trabajo entenderlo. Un pintor ensimismado en su obra donde a menudo buscaba las respuestas que la vida le negaba. Probablemente, en la mente de este pintor misántropo, se resguardaba el pensamiento más bello y cercano a la realidad que persona alguna hubiese creado. Un anhelo de todo lo que la vida le ocultaba.

Una noche, Luis comprendió que Alicia era todo lo que él tenía, no había más. No le importaba el dinero, ni la política, ni su familia. A Luis las cosas terrenales no le generaban inquietud alguna. No pertenecía a este lugar y la insatisfacción se acrecentaba cada vez más en su solitario corazón. Alicia cada vez se convertía en algo más lejano, algo intocable, una idea solamente. Luis se resistía a aceptarlo. No le quedaba más opción. Se puso de pie y abrió el cajón del viejo mueble apolillado del rincón de su habitación. Ahí esculcó por largo rato, hasta que encontró lo que buscaba. El momento que Luis sabía perfectamente que ocurriría algún día al fin se le presentaba, no había nada que hacer, solo cerrar los ojos y ya. Sin mirar atrás, Luis era consciente que no había nada que mirar, esa miserable vida tenía que terminar.

Así fue como Alicia abandonó a Luis una mañana cualquiera de un día ordinario. Todavía con la piel ensangrentada y el penetrante olor a pólvora en el ambiente, ella mira las pinturas llenas de increíbles paisajes que Luis imaginaba para ella, y en todas esas pinturas, Alicia se reconoce una y otra vez, en todas aparece su figura coronada por su rostro centelleante. Alicia era ese bello pensamiento que albergaba la mente de Luis. El pensamiento que se hizo realidad, ese era el deseo de ese pobre diablo. En esas asombrosas pinturas, Luis nunca quedó conforme con la idea de su mujer, de su Alicia, la mujer a la que nunca podría abrazar por las noches frías y hacerle el amor en horas vespertinas previas al obscurecimiento de la bóveda celeste. Ahora, Alicia mira a Luis yaciendo en el piso con el gran hoyo en la cabeza por el cual pudo salir al mundo. Solo mira a alguien que cedió a la muerte con tal de que permaneciera en vida su bello pensamiento, la esencia de su cabeza, su bella Alicia.


martes, 25 de agosto de 2009

Everything started to die...


Siempre que lo pienso me resulta increíble. Un fin de semana decisivo en la vida. ¿Debo rasurarme el bigote? ¡No! Horrible es. Si. Incómodo. Se quedan las migajas de la comida. Pica a las chicas cuando las saludo. Me da un aspecto tríplemente puerco. ¿Que representa tener este bigote? Cuando me lo quite, será porque estaré listo para dejar morir todo lo demás. Dejaré que todas esas nubes se vayan con las grandes tormentas. Seré el siguiente paso en esa obscura recamara que alberga lo desconocido.

El dolor nos puede ahogar y cegar. Bloquea los sentidos y en ocasiones nos envuelve en su neblina. Nos amarga y nos hace olvidar lo bello que puede ser el delicado roce con una piel ansiosa de apagar el mismo sentimiento.

2 días tan esperados, 2 tardes de ensueño, la neblina puede irse ahora, este es mi último canto hacia razones perdidas…quiero cruzar hacia algo que debe pertenecerme. La música me resulta tan nostálgica y clarificante a la vez, no más engaños. La calidez del cielo, la fuerza del viento, tú estás aguardando al otro lado y aun no lo sabes. Volarás, te juro que lo harás, finalmente brillarás como el oro en el aire de verano, porque eres el verano más hermoso y centelleante.

Entre tubos de luz, entre gritos inundados de euforia, entre las melodías ensordecedoras y simbólicas para miles, comienzo a llenarme de imágenes remotas que envuelven todos los detalles que te construyen, todos lo hechos que te inventan a diario.

Un mensaje ha llegado, despertándome entre la confusión después del día anterior, del periodo anterior. Soñaba contigo…El mensaje es tuyo…todo está muy claro. Solo esperaba una señal… Tu leve caricia sobre mi trémula piel, un bello y sencillo video mostrando mis más evidentes intenciones, y ahora esto. No te voy a dejar ir. Solo un estúpido puede seguir con lo anterior.

Termino de bañarme, me miro al espejo. El fin de semana terminó, puedo dejar todo atrás, todo puede comenzar a morir y no me dolerá. Puedo quitarme el bigote, puedo cortarme el pelo, mocharme las cejas, puedo arrancarme las uñas, puedo gritar tu nombre en un espasmo desgarrante y escuchar mi voz retumbar una y otra vez en este lugar, aquí y allá…ahora puedo dejar todo atrás. Al final de todo, sé muy bien que tú estarás, con algo que te he entregado, y que sé muy bien que no dejarás ahí tirado, como antes ha pasado.

Por favor cierra la puerta en esta ocasión, que yo ya la he cerrado después de que entraste tú. Que todo ha comenzado a morir, dejando un camino solo para ti. Estamos en esto juntos, porque así tenía que ser. Te tenderé la mano y no te dejaré cuando el sol comience a apagarse cada tarde, porque eres el último suspiro que me quedó cuando todo comenzó a morir.




Un pequeño, humilde, y amañado tributo a Radiohead...
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domingo, 2 de agosto de 2009

Soccer + Sucker.

Cuando estoy en este lugar, solo puede darme risa, me la paso bien, digo estupideces sin importar la cantidad. Puedo hablar de cosas profundas y pasar de un momento a otro a las bobadas sin darme cuenta.

En la sala hay un torneo de soccer en Xbox, jajajaja. Nestor es un sucker. Audio Bullys en el estereo cantando con su marcado acento británico, vulgar, retador, barriobajero, sucio…hasta me siento como un hooligan guarro del este de Londrés.

–Sandreta, te digo cuando vas en bicicleta, y es que ni siquiera te das cuenta, te digo cuando sales a pasear-.

Después de cantar estúpidamente una y otra vez, me retan públicamente en el torneo de soccer. El sucker me reta, debo ganar. Jugaremos Street fighter en lugar del torneo de sucker, perdón…de soccer. Jejeje.

30 minutos después y nadie me puede ganar en este juego, no sabía que fuera tan bueno para “Street fighter”…jajajajajaja, después de una hora me lograron ganar.

Voy a miarchivo a echar una firma. No logro encontrar la luz. Uuuuffff. ¡Hay una rasuradora eléctrica! Siempre he querido una de esas. Me miro al espejo y noto que no me rasuré hoy. Jijiji…no lo pienso mucho. 5 minutos después, salgo del baño con el rostro liso y suave. Me tomo un vaso de sangrita, un poco de tequila y ya. Nadie nota lo limpio que me veo ahora.

Sandra me cuenta muchas cosas, yo le cuento otras, hablamos del ya multicomentado concierto de Radiohead, de las nuevas pelis que están por estrenarse, de las nuevas canciones de los Flaming lips. Voy a la mesa por un dulce chino. El nuevo disco de “The whitest boy alive” está bien bueno. Pido que le suban al estereo. Si la chica que me quita el sueño fuera canción, definitivamente sería esa. Si, ella sería esa canción: sencilla, alegre, bonita…por alguna razón no te la puedes sacar de la cabeza, suena una y otra vez.

Me como otro dulce, escucho otra vez la canción. Recuerdo aquella maniobra rara de aquel día ya lejano en aquel mítico edificio: mis lentes se me cayeron de la mano, ella movió su mano para intentar rescatarlos, en el movimiento ella tiró su cámara, con la otra mano ella intentó rescatar su cámara, mi otra mano se enredó con la suya, y…¡Chin! la siguiente escena no deja de darme risa hasta estos días. No sé como mi mano terminó encima de ella. Para colmo, una pareja de ancianos nos miró raro después del acto que acababan de ver. Probablemente pensaron que éramos un par de depravados. Solo fue un accidente. Jijiji. Lo juro.

Jajaja. No puedo ocultar mi sonrisa. La frescura de la noche entra por las grandes ventanas. El torneo sigue, la música sigue, mi alegría sigue…

Ella duerme en su casa en estos momentos, no se imagina lo que pienso, no sabe que la recuerdo constantemente, ella no sabe que es como esta canción que suena una y otra vez en el estereo mientras Nestor pierde una y otra vez en el torneo…una canción que suena todo el tiempo en mi cabeza, tal y como lo hace su voz.


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